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Los amortiguadores desempeñan un papel decisivo, asegurando que los neumáticos mantengan siempre contacto con la carretera y que los sistemas de asistencia al conductor como ABS o ESP funcionen correctamente.
¿Qué sucede si ya no pueden cumplir sus funciones esenciales?
Los amortiguadores desgastados pueden provocar distancias de frenado más largas, menor estabilidad de conducción y mayor desgaste de los componentes adyacentes, un aspecto frecuentemente subestimado en la práctica del taller.
Los amortiguadores defectuosos generalmente muestran una pérdida de rendimiento gradual, no una falla repentina, por lo que requieren especial atención durante las inspecciones rutinarias.
Fugas de aceite
Causa: Retenes desgastados o vástago con golpes o dañados.
Efecto: Rendimiento de amortiguación significativamente reducido.
Solución: Sustituir los amortiguadores por eje para garantizar equilibrio, seguridad y confort. Comprobar también daños en muelles y copelas.
Daños mecánicos
Causa: Conducción agresiva sobre baches, bordillos o instalación incorrecta.
Efecto: Limitación funcional y reducción de vida útil.
Solución: Reemplazo con pieza nueva, respetando instalación y pares de apriete. Solo usar herramientas especiales recomendadas.
Casquillos de goma defectuosos
Causa: Envejecimiento, sobrecarga o montaje incorrecto.
Efecto: Conducción inestable, mayor desgaste de componentes adyacentes, ruidos.
Solución: Sustituir el amortiguador completo y revisar el montaje del eje.
Esto significa que los talleres deberían incluir inspecciones visuales y funcionales de los amortiguadores en cada mantenimiento. Incluso si no hay problemas visibles, el rendimiento de amortiguación puede estar ya reducido. Inspecciones constantes y sustitución de componentes desgastados aumentan la seguridad y reducen el riesgo de daños secundarios.
Los amortiguadores influyen en el confort y la seguridad. Los daños típicos como fugas de aceite o fallos mecánicos se pueden identificar fácilmente mediante inspecciones específicas. Las medidas preventivas, el montaje adecuado de componentes periféricos (cubiertas anti-polvo, copelas, muelles) y la conducción cuidadosa ayudan a reducir daños y prolongar la vida útil de la suspensión. La inspección regular, el reemplazo adecuado y la renovación por eje son clave para una conducción segura a largo plazo.
Para más información sobre nuestra gama de amortiguadores y nuestro boletín informativo sobre “Consejos sobre amortiguadores: Descubra los casos típicos de avería y sus causas”, consulte aquí.