Hoy entrevistamos a: Stefan Bachmann, experto en frenos de MEYLE, que nos hablará de ruidos de frenado, chirridos y desarrollo de nuevos productos

El sector automovilístico está en continuo movimiento. ¿Qué tendencias y novedades observa MEYLE?

Stefan Bachmann:Observamos una clara tendencia a la percepción sensible de ruidos. Precisamente en lo concerniente a la movilidad eléctrica, es fácil hacer un seguimiento de esta novedad: al eliminar los ruidos del motor, el conductor percibe mejor los ruidos que se producen en el vehículo, de modo que los ruidos de frenado que antes no eran perceptibles, ahora pueden resultar molestos. Tampoco podemos dejar de mencionar la demanda creciente de reducción de emisiones: la generación de polvo de frenado juega aquí un papel importante, así que le daremos la atención que se merece en investigación y desarrollo en los próximos años. Estas demandas, con un mejor rendimiento de los forros y discos de freno o, como mínimo, un rendimiento uniforme, supondrán un gran reto para el sector en los próximos años. 

Muchos clientes se quejan de que “los frenos chirrían”: ¿son malos de por sí los ruidos que se producen en el proceso de frenado? ¿En qué factores y componentes se puede incidir desde el departamento de desarrollo de productos para minimizar los ruidos de frenado?

Stefan Bachmann:No. Un freno que chirría no significa necesariamente que los forros o los discos de freno estén defectuosos. En primer lugar, cabe señalar que realmente también existen sistemas de frenado con contactos de desgaste mecánico. En lugar de aparecer un aviso de desgaste en el tablero de instrumentos, suena un chirrido al frenar. En principio: cuanto más deportivo sea el diseño de los forros de freno, antes tenderán a chirriar. En caso de conductores “deportistas”, debido a la mayor carga a la que se somete el vehículo, pueden producirse mayores vibraciones entre el forro y el disco de freno, que pueden resultar molestas para el conductor o percibirse como un chirrido en determinados rangos de frecuencia. A esto se suma que los componentes “vecinos” como, por ejemplo, los cojinetes del trapecio, pueden estar desgastados y transmitir la vibración que se produzca en el chasis al último componente del mismo –el freno–.

No obstante, un freno que chirría también puede significar naturalmente que existe un fallo en el sistema de frenado o que se han instalado componentes de freno inadecuados. Si se detecta alguna anomalía y, sobre todo, si la situación no cambia, es imprescindible llevar el vehículo a un especialista para que le haga una revisión.

En términos generales, podemos decir que no todos los forros de freno son iguales. ¿Qué factores y tipos de conductores hay en cuestión de forros de freno? 

Stefan Bachmann:En cuestión de forros de freno, nosotros distinguimos entre los conductores “clásicos” y los conductores “más deportistas”: el conductor clásico le da mucha importancia al confort, mientras que los conductores con una visión más deportista se fijan más en el rendimiento. Para poder ofrecer a ambos tipos de conductores un producto adecuado, hemos desarrollado las líneas de producto MEYLE-ORIGINAL y MEYLE-PD: mientras que los forros de freno MEYLE ORIGINAL procuran reducir al mínimo los ruidos para mayor comodidad del conductor, los forros de freno MEYLE-PD dan claramente prioridad al rendimiento para una conducción deportiva y una rigurosa reacción. Con los nuevos forros de freno MEYLE-PD “next generation”, hemos conseguido combinar lo mejor de ambos mundos. El resultado son forros de freno de alto rendimiento que hacen poco ruido y que, además, generan muchas menos emisiones que la primera generación de forros de freno MEYLE-PD. Esto no solo es beneficioso para el medioambiente, sino que también mantiene limpias las llantas durante más tiempo.

¿Por qué exactamente son tan especiales los nuevos forros de freno MEYLE PD? 

Stefan Bachmann:Para los forros de freno MEYLE-PD, hemos ajustado la mezcla del forro de fricción y la hemos desarrollado desde el punto de vista técnico. Además, hemos adaptado el diseño de los forros de freno: los chaflanes o biseles (“chamfer”) y las ranuras (las llamadas “slots”) del forro de fricción están perfectamente adaptados de forma personalizada a los distintos vehículos; además, los nuevos forros de freno MEYLE-PD cuentan con las denominadas “shims”, entre tres y cinco capas —en función de la aplicación— que desacoplan las vibraciones lo mejor posible y, de este modo, reducen aún más la generación de ruidos. Para el rendimiento de frenado también es fundamental el factor del tiempo de frenado: para un rendimiento de frenado óptimo, el forro y el disco de freno deben estar perfectamente coordinados entre sí. Para acortar el tiempo de frenado, en la producción se utilizan dos procedimientos en función de la mezcla del forro de fricción: el llamado “scorchen” (tratamiento térmico final para los forros de freno) o un revestimiento especial de la superficie del forro de freno que se encarga de acortar el tiempo de frenado.


Datos sobre el entrevistado: Stefan Bachmann 
Stefan Bachmann es jefe del área de producto de frenos, propulsión y NVH de MEYLE. Este técnico de 38 años con acreditación estatal trabaja para el fabricante de piezas de repuesto de Hamburgo desde hace casi 10 años. Primero como gestor de productos y, desde hace 5 años, como directivo. Con ayuda de su equipo, se encarga de la configuración de la gama de productos, así como del desarrollo, de la especificación y de la producción dentro del área de producto de frenos y propulsión.

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